Eran el uno para el otro caminatas pisando hojas de otoño, conversaciones eternas tomando vino, adivinándose las ideas incluso no estando juntos. Juan podía estar en una librería y pedro caminando por Providencia a la misma hora veían una imagen e inevitablemente ansiaban verse.El problema es que nunca se lo dijeron, el problema es que pocas veces pisaban hojas de otoño y no se besaban. Eran el uno para el otro, pero Juan estaba casado y Pedro era de esos que observan desde lejos y sacan fotos con los ojos tenia varias de Juan en su dormitorio.

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