
Cástor era famoso por su habilidad para domar caballos y cabalgarlos y Pólux por su destreza en el boxeo.
Cuando Teseo y Pirítoo secuestraron a su hermana Helena y la llevaron a Afidna, los Dioscuros la rescataron y raptaron en venganza a la madre de Teseo, Etra. También acompañaron a Jasón en el Argo. Durante el viaje, Pólux mató al rey Ámico en un combate de boxeo.
Cuando Astidamía, reina de Yolco, ofendió a Peleo, los Dioscuros le ayudaron devastar su país.
Cástor y Pólux raptaron a las hijas de Leucipo, Hilaira y Febe, y se casaron con ellas. Por esto, Idas y Linceo, sobrinos de Leucipo (o pretendientes rivales), mataron a Cástor. Pólux, que había recibido el don de la inmortalidad de Zeus, convenció a su padre para que lo concediera también a Cástor. Así, ambos se alternaban como dioses en el Olimpo y como mortales fallecidos en el Hades. Esto es, uno vivía seis meses en la Tierra, mientras el otro descansaba en los infiernos, y viceversa.